En los últimos años, la comunidad médica ha comenzado a enfocarse seriamente en los dispositivos de vestir, gracias a su amplia adopción. Esta atención ha resultado en revelaciones impresionantes sobre la eficacia y el potencial de estos dispositivos.
Recientemente, un equipo de expertos de la Universidad de Barcelona publicó un estudio en la revista Cell, en el que describen cómo los smartwatches pueden utilizarse para detectar con precisión trastornos psicológicos a través de biomarcadores.
Utilizando datos proporcionados por el monitoreo continuo de un smartwatch, el equipo identificó 16 loci genéticos significativos y 37 genes asociados a trastornos psiquiátricos. Según Diego Garrido Martín, coautor del estudio: “Nuestra metodología ha hecho posible, por primera vez, analizar simultáneamente la relación entre la genética y las diferentes medidas proporcionadas por los smartwatches.”
El equipo entrenó un modelo de IA que consideró la información fisiológica recopilada a través de los sensores del smartwatch. Para ello, se recogieron datos de más de cinco mil participantes de entre 9 y 14 años utilizando smartwatches Fitbit.
Entre las medidas llevadas a cabo se incluyen el ritmo cardíaco, las calorías, los pasos, la intensidad del ejercicio y los patrones de sueño. Al analizar esta información con el modelo de IA, el equipo pudo crear un fenotipo digital, es decir, un conjunto de rasgos observables de manera digital.
Estos fenotipos digitales ofrecen, por primera vez, un enfoque alternativo para la predicción o diagnóstico de trastornos psiquiátricos que, de otro modo, requerirían una consulta presencial. Jason Liu, otro coautor del trabajo, explica que “podemos usar el fenotipo digital casi como una herramienta de diagnóstico o biomarcador, y también cerrar la brecha entre la enfermedad y la genética”.
El principal desafío radica en crear un sistema confiable que procese todos los datos proporcionados por un smartwatch y derive conclusiones precisas. El equipo argumenta que los datos del sensor ofrecen suficientes detalles sobre los patrones físicos y conductuales que podemos vincular a trastornos psiquiátricos de manera confiable.
Por ejemplo, el análisis del sueño resultó ser un factor crucial para el diagnóstico de la ansiedad, mientras que la frecuencia cardíaca fue más valiosa en la predicción de trastornos del desarrollo conductual como el ADHD (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
Esta investigación marca un antes y un después en la psiquiatría, abriendo un nuevo camino hacia cómo diagnosticamos y tratamos las enfermedades psicológicas, desplazando el enfoque tradicional hacia un perfil más biométrico y fisiológico.
El equipo concluye que los datos de biomarcadores procesados a través de smartwatches pueden mejorar la categorización de los pacientes en diferentes niveles diagnósticos, mejorando la calidad del tratamiento.
Fuente: Nadeem Sarwar, publicado el 25 de enero de 2025.