Ese era el lema de vida de mis abuelos. Los años pares, son años de males, y vaya que el 2020 le hizo honor al fatídico presagio de mis viejos.
Sin embargo, como diría la hermosa Florence Welch, “it’s always darkest before the dawn”. Y en un año tan oscuro, efectivamente me gusta retar al destino y pedirle a un 2021 que nos sorprendamos a nosotros mismos.
Resiliencia, adaptabilidad, pensamiento progresista, integración con las nuevas tecnologías. Son las claves para entrar a una año donde la incertidumbre de “sí habrá pasado ya lo peor” se posa cual cuervo de Edgar Allan Poe, sobre el dintel de la puerta.
Hay retos digitales. Muchos. La transformación de los negocios a un entorno integrado en las TI es elemental para su supervivencia. Y será éste el primer tema de que platicaremos en una charla digital que les compartiré en estos días.
De entrada, comercio electrónico. Tener buena logística de atención con tus clientes. Integrar y automatizar tareas para que cualquier negocio pueda competir con toda empresa. La nube, esa desafiante desconocida, abrazarla, comprenderla. Hacer que todo, trabaje para nosotros.
De todo y más platicaremos por aquí. En YouTube, en Instagram, en TikTok. En el canal que se adapte mejor a tus necesidades. Es tu derecho informarte, es mi placer escribir de lo que me apasiona.
Años nones, años de dones. Creo firmemente en que existe la suerte: es cuando estás preparado cuando una oportunidad se te presenta. Y este año es nuestra oportunidad, estar preparados nosotros para recibirlo es nuestra tarea.